Temperamental, propenso a enfurecerse, orgulloso, a veces arrogante, pero siempre encantador, el Pato Donald se ha robado el corazón de todos los que lo conocen, incluyendo a sus sobrinos, Hugo, Paco y Luis (bautizados en su idioma original como Huey, Dewey y Louie, y como Juanito, Jaimito y Jorgito en España).
Walt Disney lo describió una vez como el “niño problema” del equipo de personajes de su empresa de animación, entre los que se cuentan también el Ratón Mickey, Pluto y Goofy (Tribilín). Sin embargo, al final ha aparecido en más cortometrajes, películas y series de Disney que cualquiera de sus compañeros animados.
Cinco hitos de una legendaria carrera:
1. Humildes inicios
Donald, un pato humanizado y con una manera de hablar indescifrable, que va vestido de marinero -pero sin pantalones-, irrumpió en la gran pantalla en 1934 con una breve intervención en el corto de animación “La gallinita sabia”. En él, sienta las bases de sus futuras desventuras, ya que hace todo lo posible por evitar ayudar a mamá gallina a sembrar maíz.
Ese mismo año, Donald se convirtió en el irritable rival del Ratón Mickey, la estrella de Disney, en un corto de dibujos animados titulado “Orphan’s Benefit”, dando comienzo a décadas de rivalidad entre ambos personajes.
Tres años más tarde, en 1937, Donald ocupó por primera vez un lugar destacado en cortos de animación como “Don Donald”, ambientado en México, donde se presenta a los espectadores a la pata Daisy, su pareja. También se lo vio en “Inventos modernos”, en el que el pato se siente frustrado en un mundo dominado por robots.
Posteriormente, protagonizó varios largometrajes, como “Chips Ahoy” (1956), “La Navidad de Mickey” (1983), y el musical de 1999 “Fantasía 2000”, secuela del clásico de Disney de 60 años antes.
2. Temperamental y un poco desafortunado
En esos primeros papeles protagónicos, el Pato Donald consolidó su personaje impaciente y carente de suerte, mientras luchaba por mantenerse a flote haciendo trabajitos varios en la ciudad ficticia de Patolandia (Patoburgo en España).
Con frecuencia comienza sus películas con un ánimo alegre y una visión curiosamente positiva de la vida. Pero las cosas se tuercen inevitablemente para el antihéroe emplumado.
Esa mala suerte podría ser la razón por la que a veces se mencionara un viernes 13 como fecha de su nacimiento, en películas como “Tres Caballeros” (1944), en la que el Pato Donald parte con dos pájaros hacia América Latina.
De todos modos, al final, el irascible y frustrado, pero siempre cariñoso Pato Donald, se convirtió en una de las estrellas más populares de la productora Disney.
3. Un pato antifascista gana un Oscar
En el cortometraje de animación “Der Fuehrer’s Face” (El rostro del Führer, 1943), de la época de la II Guerra Mundial, el Pato Donald representa a un nazi torpe, ingenuo y evasivo, que es despertado por una banda música formada por líderes fascistas de la época, como Heinrich Himmler, Joseph Goebbels, el líder japonés Hideki Tojo, Hermann Göring y el italiano Benito Mussolini.
Forzado a trabajar en una fábrica de municiones alemana, Donald lucha por abrazar el sueño totalitario. El filme de propaganda antinazi ganó el Oscar al mejor cortometraje de animación de ese año, que sería el primero otorgado a una película protagonizada por este personaje con camisa y gorra de marinero. Fue nominado ocho veces.
4. El universo del Pato Donald
El Pato Donaldha inspirado muchas series derivadas de Walt Disney, películas y personajes relacionados, que forman un “universo” no oficial. Desde la Pata Daisy hasta el Tío Rico, y por supuesto los tres sobrinos, muchos forman la extensa familia del Pato Donald, que fue el tema de la serie de televisión “DuckTales”, y videojuegos como “Goin’ Quackers” (2000).
5. El Paseo de la Fama en Hollywood
En 2004, el Pato Donald obtuvo su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Siguió los pasos de Mickey en este sitio, en que también se honra a otro personaje de Disney: Blancanieves.
“Ha regalado una enorme alegría y risas a personas de todo el mundo, con su encanto y sus explosivas rabietas”, dijo el entonces director de Disney, Michael Eisner. Y las sigue regalando ahora, al cumplir 90 años.